El interés creciente de consumidores y productores por los beneficios que se le atribuyen al CBD y el apoyo mostrado por la OMS y las Naciones Unidas, frente a la postura de otros organismos internacionales, ha convertido este compuesto y su uso en alimentación en toda una polémica tendencia. En esta entrada aclaramos algunos conceptos básicos y comentamos por qué las altas presiones son la elección de conservación elegida por muchos de los productores de alimentos y bebidas con CDB añadido.
El Comité Experto en Drogodependencia de la Organización Mundial de la Salud que se reunió en Ginebra (Suiza) en noviembre de 2017, señala en un informe que el CBD (cannabidiol) no es adictivo, ni nocivo para la salud y que tiene multitud de propiedades terapéuticas, pudiendo ser un tratamiento útil para epilepsia, ansiedad, enfermedades inflamatorias, dolores, náuseas, etc.
En el mismo informe, señala también que este cannabinoide no está en el listado de las Convenciones Internacionales de Control de Droga de Naciones Unidas de 1961, 1971 ó 1988.
¿Entonces por qué algunos países son tan reticentes a sumarse a esta creciente tendencia de adicionar CBD a algunos alimentos para potenciar sus propiedades saludables? Organismos como la FDA estadounidense o la EFSA europea se mantienen en la base de que no hay estudios suficientes y abogan por continuar analizando tanto los efectos beneficiosos, como adversos que puede tener el CBD en el cuerpo humano, antes de dar rienda suelta al uso de este compuesto.
Actualmente qué cantidad de CBD y/o THC se puede utilizar, con qué origen y en qué aplicaciones (alimentos, suplementos, cremas,…) varían sustancialmente entre países, regiones dentro de cada país y regulaciones de diversos estamentos en cada uno de ellos, por lo que es aconsejable informarse muy bien antes de desarrollar y comercializar alimentos con cannabinoides.
Sin entrar en polémicas, en esta entrada vamos a aportar información acerca del uso en alimentos, de los beneficios y problemas que se le asocian y, de cómo podemos preservar las propiedades de interés, gracias al procesado por alta presión (HPP).
Diferencias y similitudes entre CBD y THC
Según https://thecannabisweb.org/cbd/, el cannabidiol, o CBD, presente en la flor, es el principal componente del cannabis, suponiendo hasta el 45 % del extracto de la planta. Se trata de un compuesto natural no psicoactivo o psicotrópico, con un potencial terapéutico enorme, de hecho la OMS reconoce hasta 17 dolencias en las que su uso podría mejorar sustancialmente la calidad de vida de los pacientes.
El delta-9-tetrahidrocannabinol o THC es otro de los 113 cannabinoides que forman parte de los más de 500 compuestos orgánicos presentes en el cannabis, también con un gran potencial terapéutico pero que, a diferencia del CBD, sí tiene efectos psicoactivos, convirtiéndole en el centro de la polémica acerca de la idoneidad de legalizar o no en ciertos países el uso de estos elementos, juntos o por separado, para la formulación de alimentos.
Sin entrar en la controversia moral, lo cierto es que existen estudios que señalan que el valor terapéutico de estos compuestos se potencia cuando ambos están presentes en el alimento ya que tiene lugar un efecto sinérgico. El CBD potencia determinadas propiedades del THC, como las analgésicas o las anticancerígenas, al mismo tiempo que contrarresta su psicoactividad.
La FDA, por el contrario, señala que el CBD:
- Puede causar lesiones hepáticas.
- Puede afectar el metabolismo de otros medicamentos, causando efectos secundarios graves.
- Su uso con alcohol u otros depresores del sistema nervioso central aumenta el riesgo de sedación y somnolencia, lo que puede conducir a lesiones.
- Puede causar daño a la fertilidad en los hombres o los varones descendientes de las mujeres que han estado expuestas.
En la web del Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI, por sus siglas en inglés), puedes consultar los estudios y ensayos clínicos publicados sobre Cannabis y CBD.
Ejemplos de alimentos con CBD
Existen dos categorías de alimentos con CBD:
- Alimentos ricos en CBD. En esta categoría entrarían alimentos que contienen el compuesto de forma natural como cacao, romero, pimienta negra, semillas de lino o linaza, maca, equinácea y semillas de cáñamo y sus derivados.
- Alimentos con CBD añadido. Esta categoría va en aumento pues el interés por las propiedades beneficiosas del compuesto se ha convertido en una tendencia en algunos países. Podemos encontrarnos chocolates, chicles, galletas, zumos, gominolas, café, infusiones,…
A continuación recogemos algunos ejemplos de bebidas HPP que contienen CDB entre sus aditivos:
Conservando las propiedades del CBD con HPP
Numerosos productores promotores de los productos con CDB añadido, consideran que las altas presiones son la mejor forma de conservar el potencial saludable de los productos con cannabidiol ya que, aunque no hay estudios científicos exhaustivos que los relacionen, HPP es un proceso no térmico que preserva los compuestos activos de interés de alimentos y bebidas, al tiempo que alarga su vida útil y elimina posibles patógenos y microorganismos alterantes.
Empresas a título individual como Vertosa y Plant Magic han analizado de forma somera (no era el objetivo principal), cómo afecta HPP al CBD y en las conclusiones de su caso de éxito “Emulsion Stability: High Pressure Processing with pet bottles”, señalan que no se pierde el potencial de este compuesto.
No en vano, las altas presiones son ya una consolidada tecnología, reconocida en toda la industria alimentaria y con especial éxito en la de bebidas, gracias a que al ser un proceso en frío (5°C – 25°C) respeta las propiedades organolépticas y nutricionales del alimento, permitiendo mantener su frescura original a lo largo de su vida útil y ofreciendo al consumidor bebidas con atributos únicos en términos de sabor, calidad nutricional y frescura.
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