El hidrógeno (H2) es un gas ampliamente utilizado (a baja presión) como combustible y como materia prima en las industrias químicas desde hace decenas de años. Hasta ahora en su mayor parte proviene de energías fósiles. Sin embargo, también se puede obtener a partir de diferentes recursos naturales renovables como la energía solar o eólica. Si se consigue a partir de estas fuentes limpias, sin contaminación del medio ambiente ni liberación de CO2, se denomina Hidrógeno Renovable o Verde.
Hiperbaric desarrolla la tecnología de compresión hidrógeno de altas presiones como vector energético para la transición hacia el uso de energías renovables y ayudar así a frenar el cambio climático.
En la coyuntura actual de búsqueda de fuentes alternativas al uso de combustibles fósiles en movilidad, el hidrógeno se posiciona como vector energético para frenar el cambio climático. No obstante, su uso presenta algunos retos de almacenamiento. El hidrógeno posee una densidad muy baja (unas 13 veces inferior a la del aire) y a temperatura ambiente ocupa un gran volumen, por lo que su almacenaje resulta complicado. Para ello, la forma más económica de densificar este gas es comprimirlo a muy altas presiones (entre 350 y 900 bar) para su almacenaje, de forma previa a su uso.
La tecnología de compresión desarrollada por Hiperbaric permite alcanzar una compresión de hasta 1.000 bar, lo que le hace válido para comprimir gas para su almacenaje o bien para su uso en hidrógeneras, donde permitiría llenar tanques de 50 – 100 L de vehículos con varios kg de H2 a presiones de 350 bar (camiones, autobuses,…) y 700 bar (nuevos vehículos con pila de combustible de última generación).
Con su innovadora tecnología de compresión de gases a muy alta presión, Hiperbaric pretende ser uno de los grandes actores en el sector de la movilidad con hidrógeno (H2) proveniente de fuentes renovables, para contribuir al reto de descarbonización de los transportes.
Ventajas de la Compresión de Hidrógeno para movilidad
H2 para movilidad sostenible. El hidrógeno es un vector energético; un producto manufacturado que es capaz de almacenar energía para, posteriormente, ser liberada de forma gradual. En el caso de que se empleen energías renovables en su fabricación, se denomina hidrógeno verde o renovable.
Comprimir y almacenar H2. Debido a su baja densidad, el hidrógeno necesita comprimirse para poder ser almacenado y la forma más económica de densificar este gas es comprimirlo a muy altas presiones (entre 350 y 900 bar) para su almacenaje.
Energía ubícua. El hidrógeno es el elemento más ligero, más básico y más ubicuo del universo. Está presente en cualquier lugar, por ello puede manufacturarse prácticamente en cualquier punto geográfico.
Repostaje rápidos. El repostaje de hidrógeno permite repostar en muy pocos minutos, apenas 5, en comparación con el tiempo necesario para recargar una batería de coche o camión eléctrico, que se puede extender hasta dos horas.
Amplia autonomía. La autonomía de este tipo de vehículos es similar a los propulsados por combustibles fósiles convencionales. Sus depósitos permiten recorrer hasta 800 kilómetros sin repostar.
Cero emisiones contaminantes. El hidrógeno se combina con el oxígeno del aire en la pila de combustible, produciendo electricidad, agua y calor como producto. La electricidad y el calor se aprovechan, siendo la única emisión asociada el vapor de agua que el vehículo emite por el tubo de escape. Al emplear energías renovables para separar el hidrógeno, el proceso en su conjunto está totalmente libre de emisiones.