La tecnología de procesado por altas presiones hidrostáticas (HPP por sus siglas en inglés) es un proceso novedoso, aunque consolidado a nivel industrial, gracias a tres décadas de investigación y aplicación a nivel internacional. Esta tecnología se ha posicionado como una solución para la conservación de alimentos y bebidas para la obtención de productos más naturales, frescos, seguros y listos para el consumo.
Los purés de frutas fueron la primera aplicación HPP a nivel industrial. Su desarrollo se llevó a cabo en Japón a principios de los 90. Sus numerosas ventajas han provocado la extensión de las altas presiones a una gran variedad de alimentos y bebidas. Desde las aplicaciones HPP más consolidadas como zumos, productos de aguacate y cárnicos, hasta las tendencias más actuales como platos preparados, dips de origen vegetal, alimentación infantil y alimentación para mascotas.
Otros productos que también se benefician de esta tecnología son los lácteos, los pescados y los mariscos, estos últimos con una aplicación exclusiva para la extracción de carne en crustáceos y la apertura de moluscos de la forma más eficiente posible. Por su parte, los productos farmacéuticos y cosméticos representan un sector con un elevado potencial.