

Las balizas acústicas del telescopio sumergido en el fondo del Mediterráneo han sido diseñadas por la Universitat Politècnica de València y fabricadas por la empresa valenciana Mediterráneo Señales Marítimas. Estas balizas fueron sometidas a ciclos de resistencia de alta presión por Hiperbaric. El tratamiento a 500 bar de presión permitió garantizar su calidad en condiciones extremas y ayudar a captar la señal del neutrino cósmico de más alta energía hasta la fecha.
La tecnología de altas presiones de Hiperbaric ha contribuido a la detección del neutrino de mayor energía jamás observado. Su tecnología ha permitido someter a ciclos de alta presión las balizas del telescopio sumergido en el fondo del Mediterráneo, que fue el que logró captar esta partícula.

El tratamiento a 500 bar de presión de estas balizas permitió garantizar su calidad en condiciones extremas, contribuyendo a detectar una señal unas 30 veces superior a la de los detectados anteriormente, un hallazgo que ha sido un triunfo para el telescopio europeo de Neutrinos de Kilómetro Cúbico (KM3NeT) localizado bajo el mar.
Este telescopio está formado por dos detectores, ARCA y ORCA, sumergido a profundidades de 3.450 y 2.450 metros, cerca de Sicilia (Italia) y Provenza (Francia). El primero estudia las propiedades de los neutrinos, mientras que el segundo se dedica a cazar los neutrinos cósmicos de más alta energía.
El detector ARCA fue el que observó la señal en febrero de 2023, pero publicado este año tras un exhaustivo análisis de los datos, abriendo una nueva ventana para estudiar el universo con la participación de la tecnología de altas presiones 100% española de Hiperbaric.

“Ha sido todo un orgullo para la compañía aportar nuestro granito de arena en este importante hallazgo científico sometiendo a pruebas de resistencia a altas presiones las balizas diseñadas por la Universitat Politècnica de Valéncia y construidas en colaboración con la empresa valenciana Mediterráneo Señales Marítimas. Nuestra tecnología ha permitido asegurar que funcionen de forma correcta en condiciones extremas de trabajo, elevando su rendimiento”, explica Andrés Hernando, CEO de Hiperbaric.
Los neutrinos son las más minúsculas y enigmáticas partículas elementales, y son mensajeros extraordinarios que llevan consigo valiosa información sobre las condiciones más extremas y fenómenos no del todo comprendidos que ocurren en los lugares más remotos del Universo, como agujeros negros o supernovas. La detención de esta nueva señal abre un nuevo régimen para estudiar el cosmos.

El inmenso telescopio que se está construyendo en las profundidades del Mediterráneo (aún no está completado, pese al hallazgo) una vez terminado ocupará más de un kilómetro cúbico, con 345 unidades de detección; cada una de ellas es un cable de cientos de metros anclado al fondo, con 18 módulos esféricos, como las cuentas de un collar, que contienen los detectores. En total, contará con unos 200 000 sensores que convierten los fotones de ese débil relámpago de luz provocado por los neutrinos en señales eléctricas. “Desde el departamento de innovación de la compañía esperamos seguir teniendo más oportunidades para hacer extensible nuestra colaboración con la Universitat Politècnica de València a otras entidades que apuestan por las altas presiones como la mejor tecnología para mejorar la calidad de los componentes más exigentes”, concluye Hernando.























